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jueves, 28 de febrero de 2013

El Observador

El padre de Nadia ofreció someterse al "suero de la verdad"

Ni la jueza ni la fiscal del caso emitieron opinión al respecto; su abogado también defendió a una mujer, que se encomendó a esta prueba en 2006

  Roberto Cachés, el padre de Nadia, la joven hallada sin vida en abril del año pasado en un campo cercano a Estación Margat, y que había desaparecido en diciembre de 2010, volvió a declarar este martes en la justicia en Canelones, según informó a El Observador el vocero de la Suprema Corte de Justicia, Raúl Oxandabarat.

Confirmó que el pedido de interrogatorio fue solicitada por la fiscal del caso, y que no hubo resoluciones al final de la audiencia.

El abogado defensor de Roberto Cachés, Gustavo Salle, contó a El Observador que el indagado se ofreció a someterse al "suero de la verdad". Esto consiste en la inyección de una sustancia, que permite que "disminuyan las defensas del yo", según narra un artículo del Sindicato Médico del Uruguay, y eso permite que el interrogado no mienta cuando se le realizan preguntas.
  El procedimiento del "suero de la verdad"Esto es solicitado por el paciente y solo si el juez lo admite se lo sometería, según señaló Oxandabarat. Salle contó que tras ser ofrecida esta posibilidad, ni la fiscalía ni la jueza emitieron opinión al respecto.

El "suero de la verdad", también conocido como "narcoanálisis", es una herramienta que contribuye a la investigación. "Nunca se analiza como 'esta prueba es definitoria", indicó Oxandabarat.

El caso más emblemático en Uruguay fue el que sucedió con una enferma del Hospital Pasteur, en 2006, acusada de matar a una paciente a través de vía. El abogado defensor de esa mujer fue, casualmente, el doctor Salle.

Para llevar a cabo el procedimiento se involucró a una anestesista, un pisquiatra, a tres médicos forenses, dos observadores de la Suprema Corte de Justicia, la fiscal el juez y la defensa. También había una ambulancia con un equipo médico de reanimación. "El procesado pasó a ser una suerte de paciente", contó.

Al principio, cuando se le aplicó la dosis, "al principio ella habló con normalidad y las respuestas eran elaboradas", contó Salle. Dijo que se advirtieron niveles de conciencia que no habían sido afectados. "Los frenos inhibitorios que maneja un ser humano estaban activos aún", agregó. Para evitar eso, y permitir una "asociación libre de ideas lo menos censuradas racionalmente posible", se le incrementó la dosis. Allí comenzó "a afectarse la dicción de la paciente, y se advierte una asociacion más libre, y por momentos un tanto incoherente", agregó.

Salle recordó que su defendida sostuvo "todo el tiempo" su inocencia a los hechos. Si bien estuvo procesada de manera provisional, Salle pidió su libertad y, después de 15 días de la prueba del "narcoanálisis", fue liberada.

El celular de Nadia, el malestar laboral y la bicicletaGustavo Salle, dijo a El Observador que hubo varios tópicos en los que se conversaron en el interrogatorio.

En primer lugar, se conversó sobre los mensajes de texto que tenía el celular de Nadia, tanto enviados como recibidos. La jueza le preguntó si en sus respuestas a los mensajes de texto había malestar y a qué respondía. "Contestó que se habia originado por un tema laboral. Él es maquinista, y en un trabajo de liberación de terreno se le habia hundido (la máquina) en un bañado, lo que le generó todo un inconveniente con el empleador. Esa situación laboral gestó un estado emocional de nerviosismo, que (le) repercutió en la vida doméstica", puntualizó.

También se le preguntó por qué Nadia utilizó la bicicleta de su hermano, y no la bicicleta de ella, la que tenía algún desperfecto. Sobre este aspecto contestó que sale a trabajar a las siete de la mañana, y que "cantidad de aspectos domésticos y menores son de absoluto desconocimiento de él", contó Salle.

El abogado también aseguró que Roberto Cachés fue interrogado por si sabía que el hermano de Nadia se iba a encontrar con la fallecida en un lugar cerca de Santa Lucía, en la fecha de su fallecimiento. Respondió que se enteró en virtud de las investigaciones posteriores.

Por último, recibió otras dos interrogantes. Le preguntaron por unas sábanas manchadas de sangre en su casa, de la cual la forense determinó que es de origen ginecológico. Y, por último, se le preguntó si por esas fechas había matado a una perra y contestó que sí, que efectivamente la había asesinado de un palo en la cabeza.

Ver artículo original aquí: http://www.elobservador.com.uy/noticia/244594/el-padre-de-nadia-ofrecio-someterse-al-34suero-de-la-verdad34/