Se cumplieron ayer dos años desde que desapareció Nadia Cachés, la joven de 20 años oriunda de la Ciudad de Canelones.
En la tarde del lunes 13 de diciembre de 2010 Nadia había ido en bicicleta a la casa de una amiga en Santa Lucía, trayecto que por la ruta 11 no supera los 20 kilómetros. Testigos declararon haberla visto esa noche en bicicleta en Canelones, pero el padre y el hermano, que vivían con ella, niegan que haya vuelto. En esa misma semana encontraron su mochila y su bicicleta en el arroyo Canelón Grande, en la zona de Margat, a mitad de camino entre Canelones y Santa Lucía. Su padre había señalado que era un posible lugar para encontrarla.
Su cuerpo apareció recién en abril de 2012, en un campo que desmalezaban unos trabajadores rurales en la zona Margat, ruta de por medio y a pocos metros de donde estaban sus pertenencias. Los análisis de ADN confirmaron que era ella, como lo habían adelantado algunas de sus pertenencias, quemadas en parte por la tarea de desmalezamiento. Los estudios no confirmaron la causa de muerte.
En la tarde del lunes 13 de diciembre de 2010 Nadia había ido en bicicleta a la casa de una amiga en Santa Lucía, trayecto que por la ruta 11 no supera los 20 kilómetros. Testigos declararon haberla visto esa noche en bicicleta en Canelones, pero el padre y el hermano, que vivían con ella, niegan que haya vuelto. En esa misma semana encontraron su mochila y su bicicleta en el arroyo Canelón Grande, en la zona de Margat, a mitad de camino entre Canelones y Santa Lucía. Su padre había señalado que era un posible lugar para encontrarla.
Su cuerpo apareció recién en abril de 2012, en un campo que desmalezaban unos trabajadores rurales en la zona Margat, ruta de por medio y a pocos metros de donde estaban sus pertenencias. Los análisis de ADN confirmaron que era ella, como lo habían adelantado algunas de sus pertenencias, quemadas en parte por la tarea de desmalezamiento. Los estudios no confirmaron la causa de muerte.