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lunes, 23 de abril de 2012

Causa Abierta

Nadia, su padre y el misterio de “Villa Cariño”

Sofía Vanoli, la mejor amiga de Nadia Cachés fue categórica: “Yo siempre descarté que se haya suicidado y ahora también, aunque me muestren pruebas no lo voy a creer. Creo que la persona que le hizo esto la conocía y nos conocía a nosotros. Aunque hay amigos de Nadia que no conozco, entre todos los amigos creo que cubrimos todo el circulo, conocemos a todo el entorno, y me parece que las posibilidades de que la persona que le haya hecho esto esté en su entorno son muy altas”.

Por otra parte, el padre de Nadia Cachés, Roberto, reconoció en la Dirección de Investigaciones lo mismo que la amiga y la madre de Nadia: parte de la ropa que se salvó de una quema que hacían monteadores y que dejó el cuerpo al descubierto.


La pulsera que reconoció Sofía Vanolia -la mejor amiga de Nadia- fue vista también por el hermano adolescente de Nadia. Cachés concurrió acompañado de su hermana y la nieta de ésta, uno de sus hijos y del abogado Gustavo Salles.

Entre los dos hombres hubo un desacuerdo sobre la forma en que se hablaría con la prensa. Salles es crítico con respecto a la investigación, mientras que Roberto Cachés dice que “se ha hecho todo” por encontrar a su hija y resolver el caso. Creía que su hija estaba con vida.

“No me explico qué es lo que pasó, quién y por qué pudo haber hecho esto”, aseguró. “De descartarse una autoeliminación, todo puede ser”, dijo. “Desde un homofóbico hasta una violación por parte de un montaraz que la vio y la violó”, opinó.

Consultado sobre por qué mencionó siempre a Margat como el lugar probable de desaparición de su hija, Roberto aseguró que esa zona antes “era conocida como `Villa Cariño`. ¡Si habremos ido para ahorrar porque no teníamos para pagar un motel!”, dijo.

“Que se entregue” el asesino de Nadia parece ser el deseo unánime de quienes reclaman justicia por la joven, de quien se presume son los restos hallados el sábado en Paraje Margat, Canelones.

La mejor amiga de Nadia no descarta que el homicida esté interactuando con ellos en la búsqueda. La Policía está convencida de que quien llevó el cuerpo al inhóspito lugar conoce la zona, ya que hasta para su desmalezamiento era prácticamente inaccesible.

Roberto Cachés cree que se llegará al “final de la orilla” con este caso. Aseguró que lo mejor que puede hacer, si hay un culpable, es entregarse a la Justicia.

“No te puedo decir qué soy capaz de hacer si descubro que fuiste tú o él. Lo mejor es la Justicia y quiero que trabajen tranquilos. En lo que yo pueda aportar, estoy a disposición. Tengo mucha confianza y fe. Estoy muy agradecido de lo que se hizo y estoy segurísimo que se va a llegar a la orilla”, afirmó.

El hallazgo fue obra de monteadores que limpian y queman flora de unas parcelas compradas por un privado para sembrar.

Una vez apagado el fuego, los restos óseos -cráneo, húmero y fémur de mujer- quedaron al descubierto. “Es una zona impenetrable, pero alguien entró y colocó el cuerpo allí”, dijo Lilián Juncal, integrante del grupo “Buscando a Nadia”.

La Policía considera relevante el hallazgo del cuerpo, que permitirá determinar la forma de la muerte de la persona fallecida, sea o no Nadia. “Puede orientarles y establecer pistas, de acuerdo al tipo de muerte, hacia un grupo de su entorno, o quizás hacia personas que todavía no fueron indagadas”, informó el jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura, Alejandro Aznares.

Los restos fueron llevados al Instituto Técnico Forense para su análisis. Se cotejarán los ADN de la familia con piezas dentales de Nadia.

No hay arreglos recientes que se haya hecho en la boca. Se presume que mañana estará el resultado, dijo la jueza María Noel Odriozola.

Una vez que se establezca la identidad del cuerpo, la Policía seguirá interrogando al círculo de Nadia, salvo que el resultado de la muerte revele algo que cambie bruscamente el rumbo de la investigación.

La única persona ajena a la familia que ingresó a reconocer las pertenencias de Nadia fue Sofía Vanolia.

Ella y Nadia compraron pulseras iguales, pero con diferentes dibujos: una tenía delfines y la otra, soles.

Decidieron intercalar un eslabón con cada dibujo, lo que imprimió una característica única al accesorio. No pudo reconocer la ropa, pero “es del estilo de Nadia”, dijo. Y, aunque esperará el ADN, “si me preguntaran a mí me parece que es ella”.

Nadia tenía un piercing en la lengua. “Si apareció la pulsera es raro que no aparezca el piercing porque es grande”, dijeron los integrantes de “Buscando a Nadia”.

Además, Nadia llevaba puesto un pantalón manchado de pintura. Estaba trabajando en serigrafía. Moreana -la joven donde Nadia pasó las que se presume fueron sus últimas horas en Santa Lucía- la rezongó por esto. “Le dijo: `cómo vas a andar así`”, cuentan sus amigas.

Precisamente es a Moreana a quien entienden se le debe dar la posibilidad de reconocer los elementos recuperados. “Es la última que la vio y podría determinar si la ropa es la que tenía puesta cuando estuvo en su casa”, dijeron.

“Es el final que no esperábamos, aunque un poco estábamos preparados para esto. La esperanza de encontrarla viva estaba, eso nos daba fuerzas para seguir”, contó Sofía. El ciclo que se abre ahora “es tan importante como el anterior: Nadia necesita justicia”, reclamó, al tiempo que descartó de plano el suicidio.

Considera que “quien le hizo esto la conocía y nos conoce a nosotros. Me parece que las posibilidades de que esté en su entorno es muy alta”. No se explica los motivos. Piensa en algo patológico.

El padre de Nadia, Roberto Cachés, dice sentirse amenazado. Contrató a dos detectives privados para llevar ante la Justicia a quienes, entiende, lo han difamado.

Afirma que a través de la red social Facebook ha recibido amenazas de “Justicia por mano propia” y que lo han acusado “injustamente” de la desaparición y muerte de su hija. Puso alarma en su casa y decidió irse.

Cachés concurrió con su abogado Gustavo Salles. Dijo que lo contrató porque un canal abierto de televisión dio el caso casi por resuelto, con él como principal sospechoso.

Su exesposa y las redes sociales también “han dicho disparates”.

Aseguró que “se han hablado pestes de mí. Soy libre, no tengo culpa de nada, pero estoy bajo amenaza. Más de una vez la gente quiere hacer justicia con mano propia. Yo vengo a comprar el pan a la panadería y de repente me encuentro con tres o cuatro tipos que me vienen a dar una paliza. Me dediqué a conseguir dos investigadores privados y vi varios abogados. El que más me gustó fue Salles. Le expliqué y desde hace dos meses maneja todo”, afirmó.

Cachés dijo que están juntando elementos de pruebas para entablar demandas contra quienes lo acusaron.

No se lleva con el grupo “Buscando a Nadia” porque, afirma, malinterpretaron algo que dijo y lo acusaron de amenazas. “Tuve que pasar por un psiquiatra forense para evaluar si estoy loco. Yo brindo todo”, afirmó.

Ver nota original acá: http://www.causaabierta.com.uy/nadia-su-padre-y-el-misterio-de-villa-carino/